Para la humanidad el exterminio de 6 millones de judíos ha representado uno de los actos más viles, indignantes y horribles que haya vivido cualquier pueblo o nación. Esta es la realidad que se ha presentado a través de la historia moderna. Un acto sanguinario ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejercito alemán liderado por Hitler comenzó a capturar judíos y llevarlos a campos de concentración para exterminarlos y acabar con esa raza impura, lo que Hitler llamó "La Solución Final". Hitler, con su egocentrismo enfermizo creía que los arios (raza blanca) era la raza superior y que era la que debía dominar al mundo. Por tal razón decidió deshacerse de toda aquella pesona que no cumpliera con este requisito.
Establecida esta idea en la cabeza, Hitler con su propaganda de superioridad, logró llegar al máximo poder en Alemania. Se rodeó de seguidores fieles que acataban todas sus órdenes sin cuestionamientos. Ejemplos de estos fieles subordinados de Hitler fueron Joseph Goebbles y Reinhard Tristan Eugen Heydrich.
Joseph Goebbles era el ministro de propaganda de Hitler, un colaborador incondicional que controlaba totalmente los medios de comunicación. Goebbels era uno de los oradores principales del Tercer Reich, ya que tenía un talento natural de persuación, el cual usaba en sus discursos a la población, por lo que se le comenzó a llamar el evangelista del nazismo. En los discursos ensalzaba muchos los sentimientos de orgullo, promoviendo odios y convenciendo a las masas de cosas muy alejadas de la realidad.
Era un hombre muy
inteligente, más que el promedio, utilizaba la psicología para persuadir las
masas. Tenía una personalidad impulsiva, cínica, dominante y manipuladora; era
temperamental y gustaba del protagonismo, aunque físicamente no era muy
imponente.
Como encargado de la
publicidad del gobierno de Hitler tenía la potestad de controlar toda
información de los medios de comunicación: televisión, radio, cine y
literatura. Tanto era su poder que fue uno de los autores de la quema de libros
en Alemania, conocido el acto como el incendio del Reichstag.
Cuando las cosas se le
voltearon a los nazis y estaban perdiendo terreno, se encerró en el mismo
bunker que estaba Hitler y su familia, junto a su esposa e hijos. Ante la
inmimente captura, luego del suicidio de Hitler, Goebbels se quitó la vida
junto a su esposa después de esta envenenar a sus hijos. Esto es una muestra de
la fidelidad y lealtad que le profesaba a Hitler y al partido nazi.
El otro fiel colaborador
de Hitler era Reinhard Heydrich. Hombre muy audaz e inteligente, capaz de
organizar y crear las conspiraciones mejor planificadas con efectos de largo
alcance. Fue nombrado jefe de la SS (servicios de seguridad) bajo el mando de
Himmler. La SS le daban protección a Hitler. Su personalidad era demoledora;
calculador, frío y desconfiado, considerado una de las figuras más
controvertidas y oscuras del régimen nazi, tanto así que todo el mundo le
temía, inclusive su superior Himmler.
Por su falta de escrupulos
Hitler lo llamaba 'el hombre del corazón de hierro', era el nazi perfecto,
hombre muy peligroso hasta para los que le rodeaban. Su odio por los judíos fue
aterrador, a pesar de que tenía descendencia judía. A pesar de su personalidad
tan diabólica, como muchos la consideraban gustaba de la música y los deportes,
y era un excelente piloto de aviación.
Heydrich ocupó muchos
puestos en el partido nazi, fue jefe de la Gestapo, fue protector de Bohemia y
Moravia además de ser quien, desde el año 1939, dirigió la Oficina Central de
Seguridad del Reich. Siendo protector de Bohemia y Moravia, fue asesinado en
Praga por la resistencia checoslovaca por un plan tramado por los británicos.
Siendo estos dos hombres implacables parte de la escuadra de Hitler la
“Solución Final” no podía fallar.
Los hombres de Hitler y
sus seguidores iban a limpiar a Alemania de la basura que los arropaba. De esta
manera comenzó el calvario para los judíos principalmente, y para otras
víctimas que, según Hitler, denigraban la raza humana como lo fueron los
homosexuales, gitanos, eslavos, Testigos de Jehová, cristianos, personas con
conducta social anormal. También hubo disidentes políticos, criminales comunes,
republicanos, españoles emigrados, y otros colectivos, calificados de
inferiores por el pensamiento nazi.
Estos colectivos fueron
llevados a campos de concentración o de detención, donde permanecían detenidos
o realizando trabajos forzosos. Los campos de concentración establecidos por
los nazis eran para aprisionar a las personas de estos grupos considerados
inferiores. Las personas apresadas allí no lo estaban por haber cometido algún
acto criminal o subversivo contra el gobierno, o por ser traidores. Simple y
llanamente los llevaban a los campos de concentración por ser judíos.
Los campos de
concentración hasta ese entonces eran lugares de detención o confinamiento de
personas no combatientes, aunque en algunos momentos a través de la historia
han sido lugares de detención para presos militares. Pero desde el uso que le
dió los nazis a estos campos de concentración, el concepto ha cambiado. Desde
entonces, hasta el presente se ha dado por llamarlos campos de exterminio,
porque en ellos se exterminó la vida de muchas personas solo por el hecho de no
ser alemanes puros.
La historia muestra, que
en estos campos de concentración establecidos por los nazis, siendo los de
Auschwitz-Birkenau, Treblinka, Belzec y Dachau los más importantes y conocidos,
por lo sanguinarios de los mismos, se exterminaron aproximadamente unos 6 millones
de judíos y otros más de otros colectivos sociales. Pero cabe preguntarse...
por qué las potencias mundiales no intervinieron y detuvieron esta atrocidad.
Según algunos estudiosos
del tema y grupos que han sido llamados negacionistas del Holocausto, esto
nunca ocurrió. Se ha mencionado que los gobiernos de las potencias mundiales
desconocían de esta situación porque simplemente no estaba ocurriendo. Se
menciona que surge como una conspiración llevada a cabo por los mismos judíos
para levantar simpatías a su favor y crear así el estado judió. Cuando se
comienza a hablar del exterminio de judíos, según historiadores, era con
propósitos propagandísticos para promover una guerra contra un régimen
socialista. Cuando se crea una propaganda negativa, mostrando al enemigo
cometiendo actos crueles y malvados, despierta un sentimiento de querer luchar contra ese
enemigo y acabar con sus actos. Esto es lo que se especula que ha sucedido con
el Holocausto.
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