vez en 1989 en su colección de cuentos "Cuentos de Eva Luna", la historia destaca por su estilo narrativo envolvente y su exploración de temas como el poder, la resistencia y la autonomía femenina.
Resumen
Belisa Crepusculario, nombre inventado por la protagonista después de mucho análisis, era una niña de 12 años que escapando de la muerte (después de enterrar a 4 hermanos) y huyendo de una vida de miseria y hambre se dirige hacia la costa, buscando una mejor vida. En el camino se topó con una hoja de periódico que llamó su atención. Nunca había visto algo así, por lo que no sabía que era aquello. Luego de preguntar a alguien quedó fascinada y deseosa de saber más. Le pagó a un sacerdote para que le enseñara a leer y escribir y descubrió el poder de las palabras. Encontró que las palabras eran todo y decidió venderlas, en forma de poemas, cuentos, cartas, noticias, hasta insultos. Su fama crecía de pueblo en pueblo. Llegaba a un lugar, montaba su tienda y la gente se arremolinaba a su alrededor, deseosos de escuchar sus palabras y dispuestos a pagar por ellas. A algunos le daba alguna palabra secreta, única, solo para esa persona.
Un día, años después, llegó al pueblo donde estaba Belisa, el Mulato, ayudante del Coronel, el hombre más temido de la región. Se acercaron a su puesto de palabras y se la llevaron a la fuerza, hacia las colinas. Al llegar allí se desplomó y cayó en un profundo sueño del cual despertó varias horas después. El Mulato la llevó ante el Coronel, que requería de sus servicios de palabras. Ella al verlo sintió un fuerte deseo de tocarlo, de acariciar esa piel quemada por el sol. El Coronel quería ser Presidente y quería que Belisa le hiciera un discurso que convenciera al pueblo a votar por él. No quería apoderarse del poder a la fuerza, deseaba ser querido y no temido como hasta ahora. Belisa le hizo un discurso, se lo entregó, pero el Coronel no sabía leer, así que ella se lo leyó. El discurso fue muy inspirador para él y sus hombres. El Coronel le preguntó cuánto le debía por sus servicios y ella le pidió un peso. Belisa daba una palabra secreta por cada 50 centavos, así que le susurro al oído dos palabras. Pero al acercarse a él, el Coronel sintió su olor montuno, el calor que salía de sus caderas, el roce de sus cabellos y el olor a hierbabuena de su boca.
Así, con el discurso de Belisa, el Coronel conquistó a la gente tras recorrer todo el territorio. La gente lo quería, la prensa lo admiraba y los enemigos políticos crecían. Pero su éxito no era suficiente, estaba distraído por las dos palabras secretas que le dio Belisa. El Mulato cansado de ver a su jefe así, fue en busca de Belisa para que acabara con el hechizo de esas palabras, pero cuando el Coronel y Belisa se vieron frente a frente, los hombres se dieron cuenta que el Coronel ya no podía escapar del hechizo hecho por Belisa, cuando sus ojos se volvieron mansos al ella tomar su mano.
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