El secreto para el éxito de muchas
compañías estriba en la dedicación que le han dado a la calidad en el servicio
al cliente, a sus productos y a sus empleados. La calidad es una filosofía que
debe ser aplicada a todos los niveles de una organización. Es un elemento importante en la
administración moderna. Las estrategias de calidad eficientes pueden llevar a
una empresa a crecer local e internacionalmente. Es un proceso que está en constante
evolución, donde se debe buscar la excelencia y la innovación, aumentando la
competividad, las ganancias y satisfaciendo las necesidades y expectativas del
cliente. Una política de calidad que
defina con presición lo esperado por los empleados, así como por los productos
y los servicios, donde todos los
componentes de la organización estén comprometidos con ella, da como resultado
una baja en los costos, ya que las cosas
se hacen bien desde un principio.
Esta política puede contribuir a
mejorar las debilidades y reforzar las fortalezas de la organización, logrando
cambios positivos, siendo más productivos y ofreciendo un mejor servicio al
cliente. Esto es así porque si existen
inconvenientes, estos pueden corregirse o mejorarse, ya que las fallas en la calidad cuestan
dinero, tanto a la organización como al consumidor.
Capacitación pro calidad
Se debe invertir en la capacitación
continua del recurso humano, esto aumenta los niveles de desempeño del mismo,
la eficiencia y la efectividad, dándole una ventaja competitiva a la
organización. La actualización continua de los procesos de calidad le permite a
las empresas mantenerse vigentes en el mercado.
Para que esto ocurra es importante que exista una buena comunicación de
todos los componentes de la organización, ya que el intercambio de información
puede ser muy valioso.
La organización debe establecer una
competencia con ella misma para continuar el esfuerzo de superación, y una
competencia externa para mejorar los niveles de calidad que ofrecen sus competidores. Esta competitividad debe mantenerse generando nuevas ideas y productos y
buscando nuevas oportunidades en el mercado, lo que redundará en mayor
satisfacción del cliente.
Para los clientes, la calidad, tanto
en servicios como en los productos, es un factor importante a la hora de tomar
una decisión, por lo tanto es necesario satisfacer sus necesidades y deseos, dándole
un buen trato y una atención esmerada. Se debe conocer las exigencias del
cliente, para satisfacerlas, ya que es la persona más importante en el negocio,
sin éste el negocio no tendría razón de ser.
Conclusión
Cuando
una organización tiene establecido claramente las funciones y tareas de sus
empleados, para ofrecer a sus clientes calidad, tanto en productos como en
servicio, esto redunda en una mayor productividad, menores costos, mejores
ventas y mayor satisfacción para el cliente. Esto es así cuando todos los
componentes de la organización están comprometidos con ofrecer y dar esta
calidad. Por tal razón, es importante la capacitación constante, y la
investigación y desarrollo de nuevas estrategias para satisfacer las
necesidades y deseos del cliente. Para
cualquier empresa, que sabe que las fallas en el servicio cuestan, es necesario ser proactivo con la
calidad, y entender que la capacitación en este aspecto, más que un gasto, es una inversión.
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