martes, 27 de enero de 2015

Nicaragua y el Movimiento Sandinista

Para hablar del sandinismo nicaragüense es necesario conocer un poco de la historia de Nicaragua y las razones para el surgimiento de este movimiento. Nicaragua en su momento, como todos los países latinoamericanos, fue una colonia española, pero a principios del siglo XIX se liberó del yugo español. En el 1823, Nicaragua, junto a otros países centroamericanos: Costa Rica, Honduras, Guatemala y El Salvador formó las Provincias Unidas del Centro de América, declarando su independencia de España, México o cualquier otro país. Pero las tensiones entre los miembros de este grupo cada vez se hacían más fuertes, por lo que Nicaragua, en el 1838 declaró su independencia.


Augusto César Sandino

Declarada su independencia, Nicaragua tuvo que depender de los Estados Unidos, y esa dependencia permaneció hasta principios del siglo XX. Estados Unidos controlaba prácticamente el país, controlaba el Banco Nacional, las aduanas, el ferrocarril. Debido a estas condiciones políticas y económicas de Nicaragua, surge el liderato de un hombre que no aceptaba que otro país gobernara, ni dominara el suyo. Este hombre fue Augusto César Sandino, rebelde y nacionalista que quería ver a su país libre de otro yugo, el de Estados Unidos. Tras 6 años de lucha, el grupo liderado por Sandino logró sacar a los estadounidenses del territorio nicaragüense, esto ocurrió en el 1933. Pero Estados Unidos no se podía quedar con esa, y con sus influencias y su dinero logró comprar la lealtad de Anastasio Somoza, que era para ese entonces el jefe de la Guardia Nacional de Nicaragua. Este hombre, que para nada era fiel a su país, asesinó a Augusto César Sandino, convirtiéndose así en el nuevo líder de Nicaragua.

Nace el Frente Sandinista de Liberación Nacional
Esta situación en nada favoreció al país, ya que cayó en un estado de pobreza increíble. Somoza se enriqueció, gracias al apoyo del gobierno americano, mientras el país se hundía. Somoza a su vez fue asesinado, pero el legado pasó a sus hijos. Bajo este cuadro tan deprimente, y ante la necesidad de un cambio que beneficiara al pueblo, nace en el 1961, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), un grupo político del pueblo, que hizo honor a Sandino, para oponerse a las acciones del gobierno. 

Las luchas entre ambos bandos se recrudecía cada vez más, hasta que el pueblo indignado y cansado del abuso, se unió definitivamente a la lucha cuando asesinaron al periodista Pedro Joaquín Chamorro. Este periodista del pueblo, denunciaba constantemente las acciones del presidente Somoza, y al ser asesinado, el pueblo se rebeló y se unió a la lucha, logrando así sacar a los Somoza del gobierno en el 1979. Así nace un gobierno sandinista, con la rebelión de un pueblo cansado del abuso y de la pobreza impuesta por unos pocos.

Los Contras
Aunque con este cambio de gobierno, hubo cambios sociales y económicos que beneficiaron al pueblo, no le duró mucho. Lamentablemente para el país de Nicaragua, Estados Unidos todavía existía. Estados Unidos es un país que todo lo quiere controlar, que todo lo quiere abarcar y en Nicaragua no hizo la excepción. Argumentando que Nicaragua era un país marxista, estableció un embargo comercial que acabó por hundirlo. Además de esto, financió un grupo antirrevolucionario llamado los Contras para debilitar al gobierno sandinista. Entre el embargo comercial y la lucha contra los Contras el pueblo se empobrecía. 

La Revolución Nicaragüense llega a su fin
En el 1990 Violeta Chamorro (viuda del periodista asesinado) se convirtió en presidenta de Nicaragua (bajo la tutela de Estados Unidos), poniendo fin a la Revolución Nicaragüense. Luego fue presidente Arnaldo Alemán en el 1996, pero aún con estos cambios la economía de Nicaragua no mejora significativamente. Actualmente, con el presidente, Daniel Ortega, líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) Nicaragua sigue siendo un país pobre que Estados Unidos quisiera controlar.


Como hemos visto, el sandinismo nicaragüense no es otra cosa que la respuesta social y política de un país ante el maltrato, abuso y excesivo control de una nación que se considera la dueña del mundo. Tal vez, si las grandes potencias no intervinieran de ningún modo en las decisiones políticas de muchos países latinoamericanos, la historia de estos países, sería otra muy diferente. 

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