Un
gran sector de la población que es muy vulnerable al maltrato lo es
el de las personas de edad avanzada. Este es un problema creciente en
muchas sociedades del mundo porque la población cada día es más
vieja debido al aumento en las expectativas de vida. Cada día hay
más personas en edad avanzada. El siguiente análisis crítico está
basado en el tema de la investigación llevada a cabo a una población
gerontológica específica en México. El título del artículo es Maltrato, abandono y negligencia en ancianos de una clínica de medicina familiar y un Hospital General de Ciudad de México, realizado
por los investigadores: Álvarez Martínez LG, Ponce Rosas ER,
Landgrave Ibáñez S, Irigoyen Coria A, Buendía Suárez IA. La misma
se basa en el maltrato, abandono y negligencia por familiares,
cuidadores o extraños a las personas de edad avanzada. Un estudio
investigativo de esta problemática es necesario para proteger y
prevenir a esta población que por no conocer sus derechos, es
víctima de maltrato.
En
muchos casos estas víctimas están sometidas psicológicamente a ese
maltrato. Se quiere decir con esto, que aunque saben que están
siendo maltratadas en cualquier modalidad: física, psicológica,
económica o de cualquier otra forma, permiten ese maltrato. Los
ancianos que dependen de otras personas prefieren vivir en un
ambiente de maltrato a ser abandonados definitivamente a su suerte.
Para evitar este tipo de situación es importante llevar a cabo
estudios que reflejen las realidades de esta comunidad para poderles
ofrecer las herramientas necesarias para su protección y mejor
calidad de vida.
En
esta investigación se utilizó un método cualitativo, ya que una
problemática como ésta es difícil de cuantificar. Esto es así
porque los elementos o signos que presentan las personas, que
indiquen algún tipo de maltrato, en muchos casos, es difícil de
identificar. La población gerontológica sufre de muchos casos de
maltrato, pero es una temática que en la mayoría de los casos, se
queda en el seno de la familia. El anciano no tiene la oportunidad de
cambiar su situación, si él mismo no expresa por lo que está
pasando. Esta situación de silencio hace que un estudio de esta
problemática sea difícil de llevar a cabo. De hecho, en el mismo
estudio se admite que "hasta el día de hoy no existen reportes
con cifras exactas de este problema social", porque era un
problema al que no se le daba ninguna importancia, según dicen. Pero
esto ha tenido que ir cambiando, actualmente este problema,
catalogado como una enfermedad nueva, se encuentra dentro de la
Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 10), por lo que
ahora se le está dando más importancia.
En
México, según la investigación, el tema del maltrato a personas
ancianas es casi inexistente, hay poca información y el marco legal
que protege a esta población es relativamente nuevo. Esto ha sido
así porque el problema no está definido adecuadamente, detectarlo
es complejo, ya que no hay instrumentos específicos que puedan medir
o cuantificar el maltrato. El único instrumento que ha sido
útil para identificar el problema, es la entrevista al anciano o al
cuidador. Por tal razón, en este estudio se escogió este
instrumento por ser el más útil para identificar quiénes y de qué
tipo de maltrato son víctimas las personas de edad avanzada. Una
hipótesis que podría plantearse al tema es: que los pacientes
ancianos cuidados por personas no familiares son más vulnerables al
maltrato que los cuidados por familiares. Esto podría justificarse
porque entre el anciano y un cuidador no familiar no existe ningún
vínculo de amor o respeto que debería existir entre un anciano y un
familiar.
El
estudio realizado por profesores de la Facultad de Medicina de la
Universidad Nacional Autónoma de México es de tipo descriptivo,
observacional y transversal. El mismo fue llevado a cabo con el
propósito de identificar elementos que sugirieran maltrato, abandono
y negligencia en pacientes ancianos de dos instituciones de salud
pública de la Ciudad de México. La muestra escogida fue de 100
pacientes de una población de referencia de la Clínica de Medicina
Familiar “Marina Nacional” del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en ambos turnos;
además, de las personas que acudieron al servicio de Urgencias
Adultos del Hospital General Tacuba del ISSSTE. La muestra no
probabilística fue de un registro de ancianos mayores de 65 años de
edad que recibían servicios de gerontología y consulta externa. En
este registro aparecen 5,727 personas inscritas. A todos los
pacientes adultos mayores, participantes o no, se les entregó
información con datos sobre sus derechos como adultos mayores.
Para
este estudio se llevaron a cabo entrevistas entre los meses de
febrero y abril de 2008 a las personas que voluntariamente y con
capacidad mental para responder accedieron al estudio. En el estudio
participaron 61 féminas y 39 varones, con una edad promedio de 75
años. La escolaridad en promedio era de 7.5 años. De los
entrevistados 85 vivían con algún familiar y 39 de ellos contaban
con un cuidador y de éstos, en 28 de los casos se trató de un
familiar. Los criterios para participar en el estudio eran que debían
ser mayores de 65 años con o sin patología adyacente; jubilados o
trabajadores, que pudieran responder el cuestionario con o sin
cuidador.
En
el estudio se aplicó el “Elder Assessment Instrument”,
instrumento aplicado cuando existe sospecha de maltrato en personas
de edad avanzada, ya que no hay instrumentos con alta sensibilidad o
especificidad para la detección de maltrato en el anciano, según se
explica en el estudio. La entrevista tenía una duración promedio de
20 minutos. A los participantes se le tomaron en consideración los
lineamientos éticos señalados en el reglamento de la Ley General de
Salud en Materia de Investigación para la Salud de México, la
Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial y la
Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos vigentes.
Un
estudio como éste, donde las variables fueron en su totalidad
cualitativas, se dificulta la determinación de si existe maltrato o
no. Esto se debe en parte a la falta de conocimiento del problema que
existe, a la falta de registros que detecten el maltrato, a todas las
vertientes de maltrato que pueden existir, a las diferencias de
criterios que pueden existir entre los profesionales que atienden a
esta población específica y al temor del propio anciano de
reconocer el problema. A pesar de estos inconvenientes el estudio
arrojó resultados que pueden ayudar a los profesionales que
intervienen con esta población a entender mejor el problema y
reconocerlo para poder ofrecer las ayudas necesarias para su
protección y el reconocimiento de sus derechos.
Los
resultados que el estudio arrojó evidenció maltrato, abandono y
negligencia en 73 de los 100 ancianos entrevistados, predominando la
negligencia psico/emocional y el abandono, siendo las mujeres las que
lo sufrían con más frecuencia. Esto verdaderamente es una cifra
alarmante comparado con el 35% que ya había sido reportada en México
anteriormente. Si esto es el reflejo de toda la población mexicana,
y tal vez mundial, un 73 % de ancianos maltratados, significa que
existe un problema social de gravedad significativa. Claro, es
importante señalar que la muestra es mínima comparada con la
cantidad de personas de edad avanzada. Pero de todos modos es un
indicativo de la salud de una sociedad y un problema que va a
prevalecer, por lo difícil que es detectar el problema por no estar
claramente definido y por la falta de instrumentos para medir o
cuantificar el maltrato en personas de edad avanzada.
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