Como
trabajador social es una responsabilidad bien grande reconocer signos
que pueden presentar los jóvenes que son víctimas de un psicópata
cercano a ellos, como es el caso del padre. En casos como éstos se
pueden presentar problemas para identificar los mismos, ya que
provienen de familias respetables, lo que dificulta la acción a
seguir, porque se puede tener la disyuntiva de si la situación es
real o es una rabieta de un adolescente contra sus padres. Por tal
razón, es importante, cuando se tiene la oportunidad de estudiar
casos como éstos, sacarle el máximo de aprendizaje posible, ya que
nos puede ayudar para establecer perfiles y manejar casos similares.
El
psicópata trabaja en la mayoría de los casos de igual manera:
silenciosa, calculadora y soslayadamente, engañando no sólo a la
víctima, sino a las personas cercanas a su entorno. El psicópata
puede llegar a ser más peligroso que un criminal común, porque
puede repetir su acción una y otra vez sin ser detectado, haciéndole
daño a muchas víctimas a través de toda su vida.
Familias
con psicopatologías
En
la mayoría de los casos se ha encontrado que el abuso sexual
producido por padres con personalidad psicopatológica se perpetra
mediante un ritual repetitivo y sistemático. Dándose en familias
respetables, con padres exitosos, pero con graves problemas
psicológicos. Los psicópatas son personas sin conciencia moral ni
remordimiento, a diferencia de los de conducta antisocial, por lo que
son insensibles a contenidos emocionales y afectivos. Están
limitados a identificar y procesar la afectividad en sus relaciones
humanas.
Se
ha establecido un instrumento de medición de psicopatía creado por
el Dr. Hare, el cual ha sido estandarizado en muchos países.
Mediante este instrumento se ha establecido que existen dos tipos de
psicópatas: el psicópata criminal y el psicópata exitoso. El
psicópata criminal es el que puede encontrarse en las cárceles,
mientras que el exitoso tiene un trasfondo familiar, inteligencia y
destrezas sociales que le han permitido hacer sus fechorías
impunemente. En este grupo se encuentran profesionales, líderes
comunitarios, personas respetables con fachada de normalidad.
Tenemos
3 casos de psicópatas exitosos: un comerciante, un abogado y un
líder cívico. Los 3 psicópatas presentaban iguales rasgos de
personalidad. Eran irresponsables con sus obligaciones económicas,
labiosos, simpáticos, manipuladores, incapaces de lograr empatía
hacia los demás o de expresar culpa o remordimiento. Todos ellos
presentaban el mismo modo de operación. Seducir a sus hijas como un
depredador, calculada y fríamente. Inicialmente se acercaban con
cautela a sus hijas. Expresando mucho cariño y protección. Los
acercamientos de índole incestuosos eran poco a poco, progresivos,
nunca violentos, ni obligados, haciéndoles creer a las víctimas que
ellas lo hacían voluntariamente.
Los
perpetradores estudiaban a la víctima, si lo encontraban propicio
hacían el acercamiento, siempre procurando estar solos y con la
seguridad de no ser interrumpidos; y siempre se realizaba en el mismo
lugar. Para que la víctima acceda a los acercamientos, los
victimarios fueron programándolos mediante regalos, privilegios,
complicidad contra su madre, tolerancia ante sus actos de
indisciplina. Creando así un vínculo entre ambos de secretividad,
logrando así un progreso en la gravedad de los contactos eróticos.
En la mayoría de los casos las víctimas recibían regalos antes y
después del acto sexual.
Las
víctimas, por otro lado, fueron victimizadas desde la
preadolescencia. Manteniendo el silencio y su secreto hasta que una
desavenencia con su padre precipitara la denuncia de lo que ocurría.
Lamentablemente, después que la víctima realiza la denuncia, su
mundo se vuelve un caos. Comienzan a experimentar sentimientos
contradictorios: culpa, inseguridad, desconfianza, depresión. Además
experimentaban signos físicos como dolores, fatiga, etc. Llega la
negación, pensando que con negarlo todo volvería a ser como antes,
su familia volvería a ser feliz y todo estaría normal.
Las
víctimas, como consecuencia de su trauma pueden desarrollar estados
de depresión, promiscuidad sexual, conducta antisocial, el comienzo
de uso de sustancias controlados y alcohol. Éstas pueden llegar a ser
personas frías, calculadoras, desconfiadas, inseguras en su vida
adulta.
Modelo
de intervención en crisis
El
trabajador social puede utilizar distintos modelos de intervención
para trabajar un caso específico. Un modelo de intervención en
crisis utilizado es el creado por Mathilde
du Ranquet. En este modelo se utiliza al individuo, a la familia o a
un grupo específico como el objeto de estudio, o sea, la población
a investigarse.
El
procedimiento utilizado por du Ranquet está dividido en fases
Fase
Inicial:
- Crear una relación.
- Centrarse en la situación.
- Percibir la realidad.
- Organizar la acción.
Fase
Intermedia:
- Apoyarse en las capacidades del cliente y estimularlas.
- Ayudar al cliente a tener una percepción realista de la realidad.
- Utilizar el apoyo del entorno.
Fase
de la Intervención:
- Primer paso: creación de una relación de confianza.
- Segundo paso: centrarse en la situación.
- Tercer paso: que la persona vea su situación de la forma más realista posible.
- Último paso: empezar a pensar soluciones para cada problema. Establecer límites en el tiempo.
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